Seguro has escuchado la frase "desayuno, la comida más importante del día". Es totalmente cierta, la mayoría de las personas lo tienen claro, lamentablemente parece ser la
comida que más se descuida o se salta más a menudo.
Si te parecen conocidas las
opiniones como: no tengo tiempo, no me da hambre en la mañana o después como algo, pon atención.
Los expertos en nutrición afirman que el desayuno le aporta al organismo una cuarta parte de las calorías que
necesitas al día. Si no desayunamos, nuestro cuerpo sigue en el ayuno
que empezamos luego de terminar nuestra última comida antes del desayuno, es
decir, que nuestro cuerpo pasa sin nutrientes un promedio de entre 12 y 17
horas por la falta de un desayuno completo y saludable. Si
no desayunamos, nuestro cuerpo empieza a generar deficiencias como: mal
humor, falta de concentración, metabolismo lento, bajo nivel de energía, y
una mayor acumulación de grasa ya que nuestro cuerpo intenta recuperar los
nutrientes que no recibió en el desayuno.
¡Basta de excusas! Disfrutar
de un desayuno nutritivo y sabroso puede llevarte sólo entre 15 y 30 minutos
cada mañana. Y sus beneficios los notarás durante toda la jornada matinal.
Planificar esta comida, incluyendo los alimentos necesarios y dedicándole ese
tiempo imprescindible puede convertir el desayuno en todo un regalo para tu
salud y la de quienes lo compartan contigo.
¿Cuál es el mejor desayuno?
En estricto rigor, un buen desayuno debe incluir: leche o yogurt, para
el aporte de calcio y proteínas; pan o cereales, para la contribución de
carbohidratos y fierro, y fruta o jugos de fruta, para satisfacer las
necesidades de líquido y vitaminas. También se pueden elegir otros alimentos
como: huevos, quesillo, queso o palta.
Beneficios del
desayuno:
- Mejora tu rendimiento
intelectual. El desayuno favorece capacidades como: la memoria, la
concentración y la creatividad.
- Proporciona mayor rendimiento físico. Los aportes de nutrientes y energía
están directamente relacionados con una buena respuesta física y con la
productividad.
- El secreto de la alegría. Tomar un buen desayuno eleva los niveles
de glucosa en la sangre, que si son estables tienen efectos sobre los
mensajes positivos que llegan al cerebro. El buen humor y la risa son la
respuesta externa de esos mensajes.
- Mejora tu nutrición. El desayuno cubre tus necesidades de
nutrientes. Si éste es completo, te aporta hidratos de carbono, vitaminas,
minerales y fibras.
- Ayuda a controlar tu peso. Una correcta alimentación desde la
primera comida de la mañana evitará que piques entre horas, lo que influye
en tu peso. Las
investigaciones han asociado el desayuno a un menor porcentaje de
grasa corporal y un menor IMC.
- Reparto equilibrado de
calorías. Un buen desayuno marca la pauta de las 4 o 5 comidas diarias,
entre las que se distribuyen las calorías equilibradamente si se respetan
cantidades y variedad de alimentos.
- Previene alteraciones en el
organismo tales como hipoglucemias e hipotensión.
¿Aún no
te convences? Crea el hábito!
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