miércoles, 11 de julio de 2012

¿No tienes tiempo para el DESAYUNO?



Seguro has escuchado la frase "desayuno, la comida más importante del día". Es totalmente cierta, la mayoría de las personas lo tienen claro, lamentablemente parece ser la comida que más se descuida o se salta más a menudo. 

Si te parecen conocidas las opiniones como: no tengo tiempo, no me da hambre en la mañana después como algo, pon atención.
Los expertos en nutrición afirman que el desayuno le aporta al organismo una cuarta parte de las calorías que necesitas al día. Si no desayunamos, nuestro cuerpo sigue en el ayuno que empezamos luego de terminar nuestra última comida antes del desayuno, es decir, que nuestro cuerpo pasa sin nutrientes un promedio de entre 12 y 17 horas por la falta de un desayuno completo y saludable. Si no desayunamos, nuestro cuerpo empieza a generar deficiencias como: mal humor, falta de concentración, metabolismo lento, bajo nivel de energía, y una mayor acumulación de grasa ya que nuestro cuerpo intenta recuperar los nutrientes que no recibió en el desayuno.


¡Basta de excusas! Disfrutar de un desayuno nutritivo y sabroso puede llevarte sólo entre 15 y 30 minutos cada mañana. Y sus beneficios los notarás durante toda la jornada matinal. Planificar esta comida, incluyendo los alimentos necesarios y dedicándole ese tiempo imprescindible puede convertir el desayuno en todo un regalo para tu salud y la de quienes lo compartan contigo.

¿Cuál es el mejor desayuno?
En estricto rigor, un buen desayuno debe incluir: leche o yogurt, para el aporte de calcio y proteínas; pan o cereales, para la contribución de carbohidratos y fierro, y fruta o jugos de fruta, para satisfacer las necesidades de líquido y vitaminas. También se pueden elegir otros alimentos como: huevos, quesillo, queso o palta.

Beneficios del desayuno:
  • Mejora tu rendimiento intelectual. El desayuno favorece capacidades como: la memoria, la concentración y la creatividad.
  • Proporciona mayor rendimiento físico. Los aportes de nutrientes y energía están directamente relacionados con una buena respuesta física y con la productividad.
  • El secreto de la alegría. Tomar un buen desayuno eleva los niveles de glucosa en la sangre, que si son estables tienen efectos sobre los mensajes positivos que llegan al cerebro. El buen humor y la risa son la respuesta externa de esos mensajes.
  • Mejora tu nutrición. El desayuno cubre tus necesidades de nutrientes. Si éste es completo, te aporta hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibras.
  • Ayuda a controlar tu peso. Una correcta alimentación desde la primera comida de la mañana evitará que piques entre horas, lo que influye en tu peso. Las investigaciones han asociado el desayuno a un menor porcentaje de grasa corporal y un menor IMC.
  • Reparto equilibrado de calorías. Un buen desayuno marca la pauta de las 4 o 5 comidas diarias, entre las que se distribuyen las calorías equilibradamente si se respetan cantidades y variedad de alimentos.
  • Previene alteraciones en el organismo tales como hipoglucemias e hipotensión.
¿Aún no te convences? Crea el hábito!


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